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Una fiesta de cumpleaños llena de niños, siempre es un éxito... pero si al final después de un estupendo rancho y una buena barbacoa, te metes en el cuerpo dos botellas de auténtica sidrina asturiana, el resultado es insuperable...
Preparando el sofrito... la de vueltas que dí con la rasera...
El rancho, toma color y sabor...
La barbacoa...
Un mañico (Manolo el cuñao) aprendiendo a escanciar la sidrina...
Con mucho empeño y tesón, el mañico aprende... el cabezón.
4 comentarios:
Joer, no me extraña que sea un día feliz!!!Jajaja que buena pintaaaa
Pues que dure la alegría para todos
Besazos
"Me huele, pero no me sabe"
Me sorprendió el ritmo de la canción, tan "del la'o de acá"... pero el mensaje es universal: "disfruta las cosas buenas que tiene la vida"...
No olviden de disfrutar o buscarle el mejor ángulo a las no tan buenas.
Vale?
Felicidades.
Que tien esta sidrina que sabe tan bien, que cuanto más bebo más quiero beber!!!
No se le da nada mal a tu cuñado ¿EH?
Besinos
Que buena fiesta!!!
a mi que me han puesto a régimen... me ha dado un hambre que para que contar!!!
Un besito Susy.
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